Era el dilema habitual (...): cuándo ser persistente , cuándo no serlo y, pese a ello, alcanzar su objetivo (...) La gran sabiduría de la vida era, al parecer, juzgar cuándo había que ser persistente (...) Si uno no persistía lo suficiente, le juzgaba debil; si persistía demasiado, incivilizado.
Patricia Highsmith (Rescate de un perro)
No hay comentarios:
Publicar un comentario