Cierro los ojos y miro
el tiempo interior que canta.
Manuel Altolaguirre
Siempre, nunca, aquí, allí... Los adverbios nunca han entendido las teorías de Einstein.
Ahora sé por qué.
miércoles, 23 de febrero de 2011
martes, 22 de febrero de 2011
Citas apócrifas (y IX)
El infinito está en la siguiente esquina.
(Frase pronunciada en voz alta por el matemático David Hilbert, justo después de salir del hotel y no saber qué dirección tomar para su próxima conferencia)
domingo, 20 de febrero de 2011
El invierno termina (una falsedad)
En Sofia (Bulgaria), febrero de 2011Ahora es el ritmo del invierno...
Ahora es el ritmo del invierno
quien me clava sus ojos entre las uñas
y el cielo.
Lo demás poco importa.
Solo aquellos pasos absorbiendo mi cuello de niebla
al borde bellísimo de sus sirenas y abismos. (Almudena Guzmán)
Fragmentos poéticos de R. Bolaño
Raro oficio gratuito::::::::::::::::Ir perdiendo el pelo
y los dientes
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Cuando ya todo
parece más claro y cada instante es mejor y menos importante
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y mi cabeza
está llena de miedo
y planes por venir
(extraídos de La novela-nieve y En la sala de lecturas del Infierno)
Nuevas bombillas para las mismas habitaciones
Dos o tres, a lo sumo cuatro, personas, seguramente las únicas que miran este blog, me han dicho últimamente que lo tengo abandonado.
Razón no les falta... Podría enumerar un sinfin de causas, pero ¿para qué? Sólo diré, en mi defensa, aunque ante vosotos no haría falta, que el invierno, que todavía no se ha ido del todo, ha sido largo y poco fotografiable estéticamente (o quizás igual será que lo tengo demasiado visto).
Pero en estos días que empieza a ganar el sol la batalla a la nieve y a las nubes grises que se conjuntan a la perfección con los bloques, una nueva luz (porque eso es la fotografia) ha vuelto a enseñarme lugares conocidos con nuevas luces...
Espero volver a seguir el ritmo de colgar fotografías... Cuatro o seis u ochos ojos son más que suficientes.
Nuevas bombillas para las mismas habitaciones.
Razón no les falta... Podría enumerar un sinfin de causas, pero ¿para qué? Sólo diré, en mi defensa, aunque ante vosotos no haría falta, que el invierno, que todavía no se ha ido del todo, ha sido largo y poco fotografiable estéticamente (o quizás igual será que lo tengo demasiado visto).
Pero en estos días que empieza a ganar el sol la batalla a la nieve y a las nubes grises que se conjuntan a la perfección con los bloques, una nueva luz (porque eso es la fotografia) ha vuelto a enseñarme lugares conocidos con nuevas luces...
Espero volver a seguir el ritmo de colgar fotografías... Cuatro o seis u ochos ojos son más que suficientes.
Nuevas bombillas para las mismas habitaciones.
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