Los grandes poetas nos hablan de la llegada de la primavera a través de símbolos externos como el canto de los pájaros, el verdor de los árboles, los enamorados besándose por las esquinas….
Sin embargo, el ladrido de los perros anuncia, como los gallos al amanecer, el retorno de la estación florida en Dupnitsa.
Después de muchos meses de silencio perruno, sepultado por el frio y la nieve, de repente, el eco de la orquesta desafinada de perros se escucha por toda la ciudad, como si fuese un concierto primaveral que terminará, de nuevo, hacia el mes de noviembre.
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