jueves, 30 de septiembre de 2010

Autorretrato esperpéntico (Sonríe. Espejo concavo)

En Zaporizhzhya (Ucrania), julio de 2010
Las imágenes más bellas en un espejo cóncavo son absurdas. La deformación deja de serlo cuando está sujeta a una matemática perfecta.
Ramón María del Valle-Inclán, Luces de bohemia.
Somos lo que nos ven, somos deformaciones de nosotros mismos, somos quienes nos miran, somos reflejos de nosotros mismos. Somos una mentira reflejada en un espejo.

Ahí estás, mirando a través de dos reflejos
Distorsionado yo dos veces,
Doblemente escondido…

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