domingo, 29 de agosto de 2010

Epílogo veraniego

Yo había perdido la felicidad, pero no era un infeliz. Y confiaba en que algún día volvería a reirme
Hector Abad Faciolince, Traiciones de la memoria

Y la risa volvió y con ella la felicidad... Nos vemos en casa, en la próxima esquina o en el próximo planeta.

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